1. Gritar furiosa y llorar desconsoladamente durante la misma discusión.
2. Conquistar a un mujeriego para transformarlo en un hombre de familia.
3. Dejar a ese reluciente hombre de familia para conquistar a otro mujeriego.
4. En una cita, insistir en pagar la mitad de la cena y no volver a salir con él si acepta la oferta.
5. En invierno, salir con unas playeras diminutas y shorts y terminar envuelta en un suéter enorme y prestado .
6. Repetir incansablemente que sólo necesitas amor, comprensión y estabilidad,
7. Sentir repulsión por un hombre bueno y simple que te manifiesta frontalmente su devoción.
8. Comprar modernas prendas holgadas y llenas de cachivaches que sólo otra mujer puede apreciar.
9. Ponerse a dieta terminal para ir a una boda y comer como una piraña fuera de control durante toda la fiesta.
10. Seguir pretendiendo que los hombres puedan ver lo enojada o triste que estás sin haberles contado nada.
11. Guardar rencor y bronca durante meses y estallar porque se derramó la sal.
12. Analizar tu vida amorosa desglosando cada frase y cada actitud de tu pareja con tus amigas pero cortar una relación si la vidente te asegura que no es el indicado.
13. Enamorarte de un hombre casado porque es incapaz de traicionar a su mujer.
14. Despotricar cuando un hombre pesado e insistente te corteja, y perder la cordura cuando por fin deja de hacerlo.
15. Catalogar a una amiga sexualmente hiperactiva como “una perdida” y a una más selectiva de perdedora o lesbiana encubierta.
16. Comprar unas playeras de verano en noviembre sabiendo que en enero va a estar a mitad de precio en las rebajas.
17. Dejar a un hombre porque ya no te gusta y que vuelva a gustarte cuando él encuentra a otra.
18. Ponerte ropa nueva para una cita sabiendo que un viejo vestido negro te queda mucho mejor.
19. Hacerte un permanente si tu pelo es lacio, plancharlo si está rizado o teñirlo de rubio si es oscuro.
20. Insistir y esperar cuando la relación está acabada hace tiempo.
21. Morir de amor por un hombre que cría sólo a sus hijos y sentir pena por una mujer que hace lo mismo.
22. Decir que las modelos “son demasiado flacas” mientras te tambaleas por el cuarto día de ayuno.
23. Declarar durante todo el año que celebrar el aniversario es una estupidez y enojarte con tu pareja cuando la fecha llega y se olvida.
24. Seducir a un hombre sabiendo con seguridad que jamás vas a dejar que te toque un pelo.
25. Negarte a dejar los dulces para bajar el colesterol pero hacer la dieta del arroz para usar un vestido.
26. Creer en el horóscopo sólo en las semanas que anuncia cosas buenas.
27. Ir a una fiesta en tacones de aguja y tirarlos debajo de la mesa despues de quince minutos para poder bailar.
28. Hablar de dieta con un pastel en la mano y hablar de pasteles cuando estás a dieta.
29. Quejarse de que la depilación es un hábito primitivo y gritar de asco cuando tu marido dice que dejes de hacerlo.
30. Tomar sol al mediodía untada en aceite de cocina y comprar crema antiarrugas y gel para contorno de ojos.
31. Declamar una y otra vez lo fuerte e independiente que eres y simular debilidad e indefensión cuando necesitas de un hombre.
32. Decir que no quieres nada para Navidad y secretamente esperar el regalo sorpresa.
33. Remover esos aros divinos en tus inmensas orejas alérgicas, esperar dos o tres días y volver a usarlos.
34. Decir que “lo importante es lo de adentro” cuando tienes un novio feo, y alegar que “el fisicolo es todo” cuando conseguiste uno guapo.
35. Creerle al mismo hombre cuando habías jurado no volver a hacerlo.
36. Perseguir a tu pareja para que colabore en la cocina pero echarlo por inepto en cuanto empieza a ayudar porque no lo hace como tu quieres.
37. Espiar y acechar a las compañeras de trabajo más vagas e ineptas para amargarte y sufrir.
38. Probarse ropa durante toda una tarde y salir con el primer conjunto que elegiste.
39. Arrancarte los pelos de piernas, axilas , etc con cera caliente o una máquina eléctrica y llorar cuando se te rompe una uña.
40. Abandonar a tu novio porque es celoso y sentirte fea y desamparada cuando no te dan celos.
42. Ser capaz de dirigir una empresa de doscientos empleados, un país de treinta millones de habitantes o una familia de doce miembros pero llamar a tu mamá cuando te duele la muela.
43. Dejar la ropa más nueva y bonita para salir cuando en realidad pasas cuarenta y ocho horas semanales en el trabajo y tres o cuatro en una salida.
44. Pellizcar bebés ajenos, pensar hasta el cansancio los nombres de tus futuros hijos, emocionarse con los embarazos de tus amigas y llorar desconsoladamente el primer día de atraso.
45. Ir a una fiesta o reunión en la que está el hombre que te rompió el corazón, para simular que ya no te importa.
46. Preguntar si estás gorda para que te digan que estas flaca.
47. Mirar comedias romáticas y melodramas al día siguiente de cortar con el amor de tu vida.
48. Censurar a las amas de casa porque no tienen una carrera y a las que tienen una carrera porque la empleada doméstica cuida de sus hijos.
49. Sentir discriminación si eligen a un hombre para tu puesto pero tener un derrame cerebral de ira si eligen a otra mujer.
50. Llorar con los documentales de los animalitos de “Animal Planet” e hiperventilarse de excitación frente a un bolso de piel de Coco Chanel.
51. Considerar que a los sesenta años un hombre es joven, y una mujer una abuela.
52. Bajar de peso, hacerte las uñas, broncearte y vestirte mejor cuando terminas una relación y engordar 20 kilos, cuando empiezas una.
lunes, 20 de septiembre de 2010
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